Terapia Intensiva Humanizada
El requerimiento de complejidad y soporte vital en terapia intensiva fue relegando el cuidado de las necesidades humanas psico socio emocionales del paciente, de su familia y de los profesionales a cargo. Quienes requirieron internación en cuidados críticos relatan sentimientos de despersonalización, abandono, soledad y desorientación en tiempo y espacio. Asimismo, familiares y amigos de los pacientes describen emociones de ansiedad e impotencia al no poder acompañar a su ser querido, sintiéndose intimidados por las tecnologías a las que están conectados habitualmente.
Detrás de cada paciente hay una persona, apuntamos a cuidar la salud de cada persona que llega a nuestro Sanatorio en calidad de paciente, humanizando la atención médica y brindando un trato atencioso, comunicativo, transparente y diferencial.
A fin de garantizar un ambiente que permita una estadía más armoniosa a nivel físico, emotivo, social y espiritual, cada paciente de nuestra terapia intensiva humanizada cuenta con una habitación única individual privada con amplias instalaciones. Las mismas incluyen ventanas con luminosidad natural hacia un espacio verde, televisión, aire acondicionado y calefacción, baño privado y hasta un reloj calendario para que los pacientes conscientes no pierdan la noción del tiempo. Además, la monitorización multiparamétrica central permanente permite propiciar ambientes más seguros, vinculados al control general del paciente mediante circuito cerrado de video. Es un nuevo paradigma de cuidados intensivos humanizados.
“Es necesario humanizar la sanidad. Nuestra Institución trabaja en pos de la humanización de la atención médica, lo que genera muchos beneficios tanto para la evolución como para su recuperación de los pacientes”, subraya Julio Dip, gerente general del Sanatorio del Sur. Y agrega “En nuestro Sanatorio existe el modelo de atención de Terapia Humanizada con tecnología de alta calidad y un equipo de profesionales especializados, único en el noroeste del país, que procura respetar el derecho de los pacientes a ser tratados como personas”.